Pueden variar en tamaño, desde porciones individuales hasta presentaciones más grandes para compartir. Suelen venir con etiquetas coloridas que indican el sabor (como fresa, durazno, vainilla, entre otros), el contenido nutricional y, en algunos casos, beneficios adicionales como probióticos o bajo contenido de grasa. Algunos paquetes incluyen tapas fáciles de abrir y cerrar para mayor comodidad.